Introducción Refugios climáticos
La tercera estrategia del proyecto radica en el deseo de propiciar un "clima" propio que facilite la reflexión sobre el desafío planteado. Desde esta perspectiva nos interesa no solo hablar sobre el clima, sino devenir él mismo.
Atendiendo a ello, han sido creados una serie de dispositivos destinados a recoger los libros y recursos que irán apareciendo sobre estas temáticas. Artefactos -creados por cuatro equipos de profesores y alumnos vinculados a la Cátedra de Confort Climático de la Universidad de Sevilla- que exploran además el uso potencial de las bibliotecas como refugios climáticos. Una situación que ha demandado repensar y problematizar los vínculos de estos espacios con el clima, sondeando nuevas articulaciones más creativas y sostenibles entre los diferentes elementos que configuran -o podrían configurar- esta red. Partiendo de este deseo, las intervenciones se han terminado configurado como un jardín compuesto por:
ESTRUCTURA
Un mobiliario híbrido capaz de servir de soporte (refugio) de libros, plantas y personas.
Inicialmente el uso de esta estructura estará vinculada a la exposición de los diferentes libros y recursos que vayan aflorando durante el proceso, así como a servir de lugares de lectura y descanso para los usuarios de las bibliotecas o los eventuales “refugiados climáticos”.
Los 4 prototipos han sido diseñados y fabricados en el fablab de la Universidad de Sevilla con madera contrachapada (material con saldo negativo de emisiones de CO2) sin utilización de tornillería ni elementos secundarios.
VEGETACIÓN
Los artefactos también se componen de una capa vegetal. La paleta botánica esta formada principalmente por plantas seleccionadas por el proyecto de la NASA Clean Air Study o por investigaciones análogas realizadas recientemente en la Universidad de Sevilla por el grupo de investigación Naturación Urbana e Ingeniería de Biosistemas orientada a la Fitorremediación de aire y agua mediante Jardines Verticales. Se trata de una vegetación con capacidad para absorber contaminantes como bencenos y formaldehidos muy presentes en interiores, así como de aumentar las concentraciones de O2, mejorando la capacidad de concentración mental de los usuarios. Con esta estrategia se pretende generar en las bibliotecas una atmósfera más saludable.
AGUA
El riego de estos ecosistemas reutilizará el agua de los lavabos públicos de las bibliotecas. Para ello, Bosque Anxanar está componiendo un jabón libre de tensioactivos y químicos que permite el uso del agua para plantas y Pablo Pujol, el circuito que hackea las instalaciones de saneamiento para derivar el agua hacia el jardín. Por último, X esta creando pieles de cerámica vidriada para evidenciar la continuidad y las alianzas entre nuestras manos, el agua, el jabonero, el depósito, la regadera, las macetas, las hojas, el aire, la respiración...
Pretendemos así, crear una estrategia para regar el jardín de manera sostenible, repensando no solo tecnologías, sino prácticas cotidianas. Situaciones que, extrapoladas al resto de la ciudad, permitirían lograr hasta insumos de, aproximadamente, 45 millones de litros diarios (equivalente a 13 piscinas olímpicas) o 15.000 millones de litros anuales (casi 5.000 piscinas). Cantidades que, en condiciones de un descenso considerable de las precipitaciones, permitirían contemplar la ciudad no solo como un sumidero, sino también como un manantial.